A menudo nos preguntan por qué varían los resultados de medición obtenidos en revisiones de la vista, aun tratándose de dos exámenes realizados uno al poco tiempo del otro. Los diferentes resultados en refracción subjetiva pueden atribuirse a diversos factores. Podemos enumerar los factores causantes y decirle lo que puede hacer para asegurar un resultado óptimo.
Aunque a algunas personas les pueda parecer una experiencia poco agradable, es necesario someterse a una revisión de la vista con regularidad. ¿Pero por qué las mediciones realizadas por su óptico en dos ocasiones distintas a menudo difieren, aunque el segundo examen se haya realizado poco tiempo después del primero? ¿De quién es la culpa? ¿De usted, de su óptico, o en realidad pueden los ojos cambiar en tan poco tiempo? No se trata de un fenómeno aislado. Los diferentes resultados pueden deberse a varios motivos. Generalmente hablamos de una variación de en torno a 0,25 dioptrías, y su óptico es totalmente consciente de estas fluctuaciones y sabe cómo tratarlas.
El rendimiento visual de nuestros ojos varía ligeramente a lo largo del día. Uno de los factores que influyen es nuestro biorritmo. No tenemos el mismo estado físico a lo largo de todo el día, y esto también se refleja en el rendimiento de nuestra vista. Los niveles de hormonas y de azúcar en sangre desempeñan un papel importante en la calidad de nuestra visión. Si la revisión de la vista se realiza antes de desayunar, por ejemplo, o si previamente no se ha ingerido suficiente cantidad de líquido, esto puede influir en el resultado obtenido.
Y también puede ocurrir que haya estado trabajando todo el día delante del ordenador antes de ir al óptico. Esto significa que parpadea menos y sus ojos estarán menos hidratados. Por lo cual sus ojos podrían estar secos y fatigados y este hecho, por supuesto, influir en el resultado del examen oftalmológico.
Las condiciones en las que se realiza la revisión de la vista también influyen en la calidad del resultado. Ni que decir tiene que una revisión realizada de forma veloz y superficial no arrojará los mismos resultados que una prueba en la que tanto usted como el óptico se toman el tiempo necesario para obtener la precisión adecuada. Esto es lo que se conoce como prueba subjetiva de agudeza visual. Para ello es fundamental que colabore y se comunique con el óptico. A menudo son los pequeños detalles los que determinan la calidad visual de sus nuevas gafas. Por otro lado, la calidad de los instrumentos de medición y la formación y experiencia del óptico pueden contribuir de forma decisiva al resultado.
Puede parecernos sorprendente que incluso el entorno en el que se efectúa la prueba afecta al resultado. Para asegurar que las condiciones se mantienen constantes, no debería haber luz natural en la sala de examen, de modo que la luz solar directa e indirecta no pueda influir en el resultado. El tamaño de las pupilas también desempeña un papel clave. Se trata de un fenómeno de sobra conocido por los fotógrafos aficionados: un ajuste de diafragma diferente en la cámara cambia la definición y el brillo de la imagen. Muchas personas ven de distinta manera con la pupila contraída en condiciones de mucha luminosidad que con la pupila dilatada en la oscuridad. Si, por ejemplo, se desea medir el rendimiento visual por la noche y en situaciones con poca luz, la prueba deberá realizarse en un entorno atenuado.
Probablemente se esté preguntado si es necesaria la prueba de visión tradicional, la refracción subjetiva, si genera imprecisiones. La respuesta es que sí. El óptico debe registrar su reacción personal a las diferentes lentes que inserte delante de sus ojos. Igual de importante es que la refracción subjetiva también examina cómo interactúan sus ojos y cómo verán con gafas nuevas.
No obstante, existen instrumentos oftálmicos como el ZEISS i.Profiler®plus que pueden utilizarse para realizar previamente una refracción objetiva. Este aparato utiliza tecnología de frente de onda para analizar el perfil visual de cada ojo a partir de 1.500 puntos de medición y genera un "mapa" de las retinas de los ojos. No se requiere la colaboración activa del paciente. Todo lo que tiene que hacer es mirar al i.Profiler® plus durante un breve espacio de tiempo. Se trata de una medición preliminar cuyos resultados redefine posteriormente el óptico durante el procedimiento de refracción subjetiva.
Y eso no es todo: como el i.Profiler®plus mide el rendimiento visual con la pupila contraída (con luz brillante) y con la pupila dilatada (con poca luz o de noche), es posible determinar si la visión nocturna del paciente es más pobre que su visión diurna. El óptico puede utilizar esta información para incorporar las optimizaciones adecuadas en las lentes. Una gran ventaja de esta método es que permite reducir el tiempo invertido en el examen de la vista.
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